La Unión Europea y gran parte de sus países miembro se encuentran en un grave crisis económica. Una de las consecuencias de esta grave crisis es el desmesurado número de desempleados y la calidad del empleo.
Hoy en día en día nos encontramos con graves problemas que debemos resolver para que un empleo de calidad vuelva a estar vigente en los países con problemas laborales, problemas como la prolongación e inecuación de los estudios, la temporalidad o los riesgos laborales, la conciliación de la vida laboral con la familiar, etc.
Prolongación de los estudios
La competencia que hay hoy en día por optar a los escasos puestos de trabajo ha empujado a muchos jóvenes a prolongar su etapa formativa teniendo en cuenta que los estudios son obligatorios hasta los 16 años, como ha dictado la nueva ley LOMCE.
Esta lucha ha provocado que los jóvenes se vean obligados a alcanzar una formación más alta para unos puestos de trabajo que no requieren esa cualificación. La situación actual sólo lleva a que se acceda a empleo precario, acabando nuevamente en el desempleo.
Inadecuación entre la oferta y la demanda
Hoy en día las enseñanzas primarias no suplen las necesidades formativas de las empresas y esto obliga a que una vez más el período formativo de los jóvenes se alargue y con él el acceso al primer empleo.
Además se están generando estereotipos de puestos de trabajos asociados a colectivos, como puede ser asociar empleados de hogar, jardineros, etc a determinados sectores sociales como puede ser la población inmigrante. Esto pone en manifiesto la integración social que se está llevando a cabo.
Otros factores que condicionan al trabajador a la hora de entrar al mercado laboral son: el desconocimiento de idiomas, la movilidad territorial, la nuevas tecnologías no adquiridas…
CONDICIONES DEL EMPLEO
Temporalidad/ Asunción de riesgos laborales
La temporalidad (el empleo a tiempo parcial) es perjudicial porque genera inestabilidad social y laboral, dificulta la independización de los jóvenes hasta edades tardías, da lugar a accidentes laborales por culpa de las condiciones de trabajo,también provoca rotación entre puestos y enfermedades asociadas a la inestabilidad como puede ser estrés y pesimismo, falta de motivación, infravaloración, etc.
Además la contratación indefinida hoy en día no garantiza una seguridad debido a los bajos costes de indemnización que se reciben a la hora del despido. Esto contrasta con las ayudas que están recibiendo empresarios y empresas por las nuevas contrataciones.
Con las nuevas leyes como el contrato de formación se ha abaratado el coste del trabajador ampliando las personas a las que se puede contratar con un trabajo precario, quitando el significado al contrato temporal.
¿Qué significa esto? Ahora las empresas lo tienen más fácil. Por un lado pueden despedir a los trabajadores indefinidos pagando menos indemnizaciones con sólo justificar que o bien se están registrando menos ganancias o que el perfil del trabajador ya no se ajusta a la empresa. Por otro lado, a la hora de contratar reciben ayudas que no son utilizadas en un contrato fijo, sino que los nuevos trabajadores serán más baratos y trabajarán de forma temporal y precaria.
Por todo esto, la temporalidad no es una opción libremente elegida, sino que es una realidad que se impone a los proyectos de vida que los la mayoría de los jóvenes pueden tener.
Del total de los contratos temporales existentes a tiempo parcial, más del 76% lo ocupan las mujeres, y este porcentaje aumenta hasta el 87% en el caso de los contratos indefinidos a tiempo parcial, aquellos en los que el trabajador tiene un contrato indefinido pero trabajará sólo por tiempo parcial.
La inestabilidad laboral que sufren buena parte de los y las jóvenes es la razón por la que se ven obligados a hacer horas extras, asumir riesgos laborales innecesarios, e incluso tener varios empleos temporales(pluriempleo) ya que son de escasa duración y de salarios muy bajos. La fijación del Salario Mínimo Interprofesional(SMI) muy por debajo del coste real de la vida supone que gran parte de la población vea descender progresivamente su nivel de renta.
La conciliación de la vida laboral y familiar
A pesar de la nueva regulación legal, se puede constatar que, mayoritariamente, sólo concilia la mujer. La maternidad sigue afectando a la promoción profesional de las mujeres situándose, en muchas ocasiones, a asumir la contratación a tiempo parcial y la doble jornada.
El cuidado de las personas ancianas, discapacitadas y menores de edad está siendo asumido por un nuevo colectivo de mujeres.
El desempleo
El desempleo de larga duración no sólo causa exclusión social sino que el sentimiento de impotencia, de culpabilidad o la baja autoestima al cruzarse con la pérdida de la experiencia profesional y no tener una formación específica conduce, en ocasiones, a la desmotivación para buscar un nuevo trabajo o a aceptar las infracondiciones laborales que se ofrecen actualmente en el mercado de trabajo.